La incontinencia en niños y niñas es frecuente durante el periodo infantil. No obstante, llegado cierto punto es importante diferenciar lo que es una etapa evolutiva del desarrollo con lo que puede llegar a ser un trastorno. La importancia de diferenciar la etapa evolutiva del trastorno recae en el tipo de tratamiento y la ayuda hacia el pequeño.
¿Qué son los trastornos de la eliminación?
Consisten en la incapacidad por parte del niño o niña de controlar de forma voluntaria la emisión de orina u heces en el tiempo en el que se considera que ya lo debería haber adquirido. En el caso de la incontinencia urinaria se denomina enuresis, en el caso de las heces se denomina encopresis. En una gran mayoría de casos no se encuentra la causa exacta del trastorno. Puede darse de forma aislada, es decir, problemas para controlar el pipí o la caca por separado o, de forma combinada.
En los hitos de desarrollo normativo la mayoría de niños y niñas aprenden a controlar el pipí entre los 2 y los 4 años y la caca quizás puede tardar un poco más, entre los 4 y 5 años. Es cierto que cada niño y niña tiene un ritmo de desarrollo distinto, pero ese entras edades la mayoría alcanzan dicho hito, tras pasar por un periodo de entrenamiento en el que se dan escapes ocasionales.
Criterios para establecer la presencia de enuresis
- Emisión repetida de orina durante el día o la noche de forma involuntaria
- Al menos dos veces a la semana durante un mínimo de tres meses
- En niños de al menos 4-5 años
Criterios para establecer la presencia de encopresis
- Cuando la incontinencia se da a partir de los 4-5 años
- Cuando la incontinencia se da al menos una vez al mes durante mínimo 3 meses.
Tratamiento para la enuresis
Si se trata únicamente de enuresis nocturna, habitualmente lo trata el pediatra referente. En el caso de que la enuresis sea también diurna o de la presencia de encopresis lo tratan profesionales de salud mental (psicólogos habitualmente). En el tratamiento siempre deben estar implicados tanto el niño o niña como los padres. Debe descartarse la presencia de otras enfermedades fisiológicas.
El primer paso siempre recae en reducir los sentimientos de culpabilidad, la ansiedad asociada al trastorno y las tensiones presentes en la familia. Así, es importante que el niño niña sepan que hay otros compañeros que tienen el mismo problema y que tiene solución. Hay que dejar claro que, para poder solucionar el problema, el niño deberá esforzarse, nada es fácil, pero hay que recalcar que entre todos se puede conseguir.
Se recomienda evitar el uso de pañales. Únicamente se protegerá el colchón. El tratamiento más ampliamente utilizado es el conductual. Así se organizan una serie de premios y recompensas los días que el niño o niña no moja la cama y se intenta condicionarlo a dichas experiencias. Además, también se recomienda evitar los castigos en los días o noches en los que al niño se le escapa. Puede acompañársele al baño para que haga sus necesidades de forma habitual para lograr la incontinencia. Resulta imprescindible comprender que la respuesta al tratamiento no se da de la noche a la mañana si no que se necesita tiempo para observar los resultados.
Tratamiento para la encopresis
Para el tratamiento de la encopresis resulta fundamental realizar una adecuada evaluación del caso, buscar los posibles factores que están contribuyendo a la situación y valorar otras patologías médicas.
Una vez establecido el tipo de encopresis se recomienda:
- Psicoeducación sobre la situación que están viviendo y sobre el problema (tanto al niño o niña como a los padres).
- Prevención de la acumulación de heces. En muchas ocasiones los niños se aguantan tanto la caca que de ahí vienen los problemas.
- Instaurar un hábito de defecación en el niño. De forma frecuente acompañar al niño al baño para evitar la incontinencia.
Hablamos de estos tres puntos en general porqué el tratamiento siempre se debe adecuar a las necesidades del niño niña y su familia. Así, no podemos indicar un tratamiento específico porque éste variará en cada caso.