No es ningún secreto que la vuelta a la rutina después del verano se nos hace cuesta arriba tanto a los adultos como a los niños. Volverse a organizar, establecer horarios, marcar rutinas y límites y pensar en la escuela son aspectos a los que a la mayoría de la gente les cuesta hacer frente después de haber disfrutado de varios días (en caso de los adultos) y varios meses (en caso de los niños) de vacaciones.
¿Tu hijo no te cuenta cómo le ha ido el día?
Si tu hijo es de los que no te cuenta nada sobre cómo le ha ido el colegio bienvenido al club. Son muchos los padres que se quejan de que al preguntarle a su hijo cómo le ha ido el día éste simplemente responde “bien”, “normal” o “como siempre”. Ante esta respuesta muchos padres se quedan en blanco y no saben qué hacer, si forzar un poco la situación o si dejarlo correr y no insistir. A continuación proporcionaremos una serie de pautas y recomendaciones para no llegar a esta situación.
Aspectos clave para la organización del tiempo de estudio
Si habéis hablado alguna vez con un maestro sabréis que un aspecto del que hablan siempre es el de la organización del tiempo fuera de la escuela. La verdad es que eso en ocasiones es más fácil decirlo que hacerlo y muchas veces empieza el curso sin haber definido un horario claro. Desde Apsis respaldamos la idea de que organizar el tiempo extraescolar de los niños y adolescentes puede ayudarles tanto a nivel académico como emocional.
¿Cómo facilitar la vuelta al colegio a tus hijos?
Todos sabemos lo difícil que se hace dejar las vacaciones atrás para, de repente, adentrarse de nuevo en el mundo de las obligaciones, los deberes, los madrugones… Por ese motivo, en este artículo tenemos el propósito de proporcionarte una serie de ideas/consejos que te pueden ser muy útiles para ayudar a tus hijos a afrontar la vuelta a la escuela.
Trastornos del Aprendizaje
A menudo, los padres de niños que presentan dificultades en tareas escolares se plantean si es posible que sus hijos padezcan algún tipo de patología o trastorno que justifique su retraso, lentitud o dificultad en el ámbito académico. Sin embargo, resulta muy importante poder diferenciar si el niño únicamente presenta dificultades leves o si realmente padece un trastorno del aprendizaje.