Si habéis hablado alguna vez con un maestro sabréis que un aspecto del que hablan siempre es el de la organización del tiempo fuera de la escuela. La verdad es que eso en ocasiones es más fácil decirlo que hacerlo y muchas veces empieza el curso sin haber definido un horario claro. Desde Apsis respaldamos la idea de que organizar el tiempo extraescolar de los niños y adolescentes puede ayudarles tanto a nivel académico como emocional.
La importancia de las actividades extraescolares
Los niños pasan alrededor de 8 horas diarias en el colegio. Debemos tener en cuenta que son muchas horas empleadas a materias académicas. Las actividades extraescolares son una muy buena opción para que los niños y niñas puedan despejarse, relajarse y olvidarse momentáneamente de la parte académica de sus vidas. Las actividades extraescolares pueden ser de tipo físico como los deportes (futbol, tenis, hockey, danza, etc.) así como de tipo más creativo como la música o la pintura. Emplear un tiempo al salir de clase para estas actividades resulta muy beneficioso para sus mentes ya que además de hacer amigos allí pueden desconectar del colegio.
La importancia de tener un horario de estudio
A pesar de que las actividades extraescolares lúdicas son notablemente beneficiosas también resulta imprescindible organizar y establecer ya desde principio de curso un horario de estudio. A continuación os dejamos algunas recomendaciones para realizar el organigrama:
- Organizarlo a base de horas fijas: una vez ya se han establecido los horarios de las actividades extraescolares, si es que las hay, el tiempo restante ha de organizarse para estudiar. Es importante tener en cuenta el curso en el que se encuentra el niño o niña para establecer la cantidad de tiempo de dedicación al estudio. Un aspecto que les facilita el hecho de ponerse a estudiar es intentar seguir cada semana el mismo horario. De este modo el niño o niña ya sabe y es consciente de que debe ponerse a hacer deberes de forma anticipada.
- Repasar lo aprendido durante el día. Éste es otro aspecto muy facilitador para el estudio. El hecho de repasar lo que han realizado los niños durante el día ayuda a que puedan consolidarlo y a que les surjan dudas sobre el temario.
- No sobreexceder el tiempo de estudio. Es importante hacer los deberes y dedicar un tiempo a estudiar, a ser posible cada día. No obstante, el sobre exceso de ello puede conllevar consecuencias perjudiciales para el niño, como por ejemplo que se desmotive, que se canse y que aburra los estudios.
- Ayuda en la organización. Al comienzo deberán ser los padres quien ayuden a organizarse a los hijos. Sin embargo, a medida que pase el curso los niños por sí solos deberán ser los que se auto organicen a partir del aprendizaje que hayan ido haciendo.
- Organización del estudio por asignaturas. Algo que se aconseja sobretodo al inicio es establecer el horario de estudio, por ejemplo de 6 a 8 horas pero además establecer franjas de tiempo para cada asignatura como por ejemplo de 6 a 6:45 castellano, de 6:45 a 7:15 matemáticas y de 7:15 a 8 ciencias sociales.
- Intercalar las asignaturas. Esto puede ayudar sobre todo a los niños y niñas que tienen dificultades para mantener la atención a lo largo del tiempo. Lo que se pretende es separar las asignaturas con el mismo tipo de contenido. Por ejemplo si el niño tiene deberes de: inglés, castellano y ciencias naturales puede ayudarle el hecho de separar las dos lenguas e intercalar las ciencias.
- Establecer un lugar de estudio. Los niños y adolescentes deben poder disponer de un espacio dedicado únicamente al estudio en el que tengan buena luz y una silla cómoda.
- Estar siempre disponible para ayudar. Los padres deberán estar siempre disponibles por si surge alguna duda o también puede comunicársele al niño que acumule todas las dudas para el final en caso de que los cuidadores no dispongan de mucho tiempo.
- Imprimir o escribir el horario y colgarlo. El hecho de que el niño disponga de su horario y que lo tenga a la vista puede ser de gran utilidad para que pueda anticipar y poner de su parte para llevarlo a cabo.