La alimentación es un tema que preocupa a los padres desde que los niños nacen. El porqué recae en que la alimentación es una de las funciones básicas que necesitan los bebés para sobrevivir. Al tratarse de un tema de supervivencia (vida o muerte), los padres tienden a preocuparse y angustiarse (a veces de forma excesiva) sobre el asunto. En general, cuando los niños y niñas son más mayores ya no se trata de algo que implique sobrevivir, si no que se convierte en un tema más trivial (no en todos los casos).
La ansiedad experimentada por los padres en los primeros días después del nacimiento del bebé, tanto si la lactancia es materna como si es mediante biberón, provoca que el tema de la alimentación sea algo que les preocupará toda la vida. Si no les preocupa la cantidad, les preocupará la variedad de alimentos que toman… sin embargo, hay ocasiones en las que es necesario rebajar la importancia que le dan al tema nutricional porque si no provocarán la angustia en sus hijos e hijas también.
El primer aspecto que nos gustaría destacar es que cuando los niños entran en la etapa escolar (a partir de los 3 años) la comida no sirve únicamente para nutrirse, si no que tiene un objetivo social también (compartir experiencias e información con el resto de la familia. Este objetivo social o recreativo es importante instaurarlo y mantenerlo, es decir, hay que enseñar las normas básicas que requiere el hecho de comer al lado de más personas y utilizar los espacios de las comidas para establecer vínculos afectivos familiares. De este modo, los niños y niñas deberán aprender las normas culturales de su entorno.
¿Qué puede ocurrir si los padres están excesivamente preocupados por la alimentación de sus hijos?
Aunque no en todas las familias ocurre lo mismo, si tenemos que generalizar las cosas que pasan en las familias cuando los padres manifiestan excesiva angustia por la comida éstas serían:
- Que ellos también muestren ansiedad en torno al tema alimentario. Cuando los niños y niñas ven a sus padres preocupados por algo a ellos también les surge i les inquieta dicha situación. Así pues, si ven a sus padres siempre pendientes de forma notable por la comida a ellos también les angustiará.
- También es posible que los hijos e hijas no percaten la preocupación de sus padres y se comporten de forma normal en relación con el tema.
- Puede que los niños y niñas se den cuenta de la preocupación de sus padres por este tema y lo utilicen a su favor para salir beneficiados de ciertas situaciones o para llamar la atención. Por ejemplo, puede ocurrir que los niños y niñas utilicen el tema de la comida para chantajear a sus padres “me como el plato de comida, pero si el sábado vamos al parque de atracciones” o “me como lo que me has puesto si luego me dejas el móvil” podrían ser algunas frases de este tipo de niños. Asimismo, también podría ocurrir que lo utilizaran para llamar la atención de los padres y sobresalir por encima de sus hermanos (que los padres en lugar de estar pendientes de todos los hermanos por igual estén solo preocupados por un determinado hijo porque no come).
¿Cuál es el consejo que damos desde Apsis?
Es algo normal que los padres muestren angustia en relación al tema de la alimentación desde que los niños y niñas son pequeños. No obstante, lo que recomendamos desde Apsis es que esta preocupación no se note. Es decir, que lo hablen los padres entre ellos como pareja pero que los niños y niñas no sean conscientes de que existe, ya que sino después las consecuencias pueden ser peores. Así, recomendamos que este tema se hable en el ámbito de pareja sin que los menores estén presentes y que queden a un lado respecto a este asunto. En el que exista un problema grave por parte de alguno de los hijos lo que recomendamos es que acudan a un especialista que pueda hacer un análisis funcional de la situación familiar actual y que así pueda proporcionarles pautas y herramientas sobre cómo actuar.