Justo ahora nos encontramos en los días en los que se celebra Carnaval. Como siempre, hay mucha gente a la que le gusta disfrazarse, que lo disfruta y se recrea en ello, pero hay otros a los que lo del tema de los disfraces no les acaba de gustar del todo. Debido a la diversidad de opiniones que el tema suscita, en este artículo analizamos las ventajas que tiene para los niños el hecho de disfrazarse.
- Estimula su creatividad. Para disfrazarse hay que escoger un personaje, y éste puede ser real (policía, bombero, médico, etc.) o imaginario (dragón, superhéroe, etc.). Para escoger dicho personaje y decidir que complementos deberá llevar el disfraz hace falta creatividad e imaginación.
- Fomenta las habilidades sociales. Los niños y niñas a menudo se disfrazan en conjunto, y no ellos solos. Así que por medio de los disfraces y los juegos que conlleva los niños y niñas pueden desarrollar sus habilidades sociales.
- Expresión de emociones. En muchas ocasiones los niños expresan sus emociones con mayor claridad al estar interpretando un rol de otra persona (el disfraz). Así, puede que mediante la identidad de otro el niño pueda expresar con más facilidad sus miedos y sus preocupaciones.
- Potencia el desarrollo de su empatía. El hecho de tener que interpretar un papel que no es el de su persona potencia el hecho de que el niño o niña tenga que plantearse los sentimientos y pensamientos de aquel nuevo individuo. El niño, al actuar como un actor, tiene que tomar decisiones acerca de la personalidad de su disfraz y de sus pensamientos.
- Fomenta las habilidades comunicativas. Jugar a través de un disfraz es una divertida y fácil manera de trabajar las habilidades comunicativas de los niñas y niñas. Así, se puede trabajar la comunicación verbal (el lenguaje) como también la comunicación no verbal (postura corporal, gestos, expresión verbal, etc.).
Por estos cinco aspectos, y por más que no hemos podido nombrar en este artículo recomendamos que de vez en cuando los niños jueguen a disfrazarse y a adquirir un rol que no es el suyo. Puede aprovecharse fechas señaladas como Carnaval o Halloween o celebrar el cumpleaños con una fiesta de disfraces, por ejemplo.