El aumento de dispositivos tecnológicos así como la aparición de las redes sociales en los últimos años han propiciado que muchos niños se “enganchen” a las nuevas tecnologías. A pesar de que este problema parezca distinto de otras adicciones (alcohol, drogas, etc.) el mecanismo cerebral de la adicción es el mismo. Por este motivo resulta importante detectar el problema de forma precoz e implementar algunos límites con el fin de evitarlo en un futuro.
En este artículo abordamos algunas estrategias o herramientas que pueden utilizar los padres o profesores con el objetivo de ayudar a los niños o a adolescentes a acabar con la adicción. Siempre deberán tenerse en cuenta algunas variables características de cada persona como la edad, el nivel de adicción y el tipo de relación que mantiene con los cuidadores entre otras.
- Establecer un límite de tiempo. En la actualidad la mayoría de personas mayores de 16 años poseen teléfono móvil, cuentas en las redes sociales y juegan a apps. Por ese motivo, no podemos restringir del todo el uso del Smartphone ya que eso también podría provocar cierta estigmatización hacia el niño por parte de sus compañeros. La mejor opción es restringirle el tiempo de uso del dispositivo. Es necesario explicarle al niño o adolescente el tiempo del que va a disponer para jugar, ver series o mirar las redes sociales y pactar que pasado ese tiempo va a tener que dejar a un lado el gadget.
Un aspecto a tener en cuenta es que delante de una posible adicción a las nuevas tecnologías cualquier dispositivo cuenta. Habitualmente suele pasar que cuando les quitas un dispositivo (por ejemplo móvil) inmediatamente se van a buscar otro (por ejemplo tableta).
Un buen recurso para aplicar el límite de tiempo es utilizar una alarma o temporizador que avise que se ha acabado el tiempo para que así tanto el niño o adolescente como el cuidador sepan que ya ha transcurrido el intervalo de tiempo.
- Ganarse el tiempo de juego. Una estrategia muy útil es la que se basa en que el niño mediante tareas domésticas, por ejemplo, consiga ganarse el tiempo de juego. Esta herramienta resulta beneficiosa por dos motivos. El primer motivo es que de este modo, al niño no se le ponen tantas facilidades para acceder a las tecnologías pues tiene que esforzarse para conseguir llegar a ellas. El segundo motivo es que el niño consigue dedicar tiempo a otra cosa que no sean dispositivos móviles y además aprende a esforzarse en cosas de la comunidad (familia).
Un ejemplo de esta estrategia sería el siguiente: si el niño o adolescente pone la mesa y hace todos sus deberes puede conseguir 15 minutos de juegos en Smartphone, ver la televisión, ponerse al día con las redes sociales o lo que él decida.
- Poner contraseñas en los dispositivos. Una buena herramienta que proporcionan la mayoría de los dispositivos móviles actuales es poder bloquearlos con contraseñas. En el caso de que el niño o adolescente quiera utilizar constantemente los dispositivos o sospechemos de que lo hace fuera del límite de tiempo establecido podemos aplicar el bloqueo por contraseña. De este modo, al niño se le hará imposible acceder a los juegos, series o cualquier otra cosa y nos aseguraremos de que no hace uso de ello. No obstante, es importante tener en cuenta que todo depende de cada niño y de la relación que mantiene con sus cuidadores. Si depositamos confianza en el niño y se llega a un acuerdo con él podría dejarse un dispositivo sin contraseña para valorar si cumple con el acuerdo en lugar de bloquearlos todos.
- Hablar con el niño sobre el tema. Parece algo obvio o absurdo pero resulta muy importante que antes de aplicar cualquier tipo de estrategia se hable con el niño sobre el tema. Es necesario que adolescente y padres manifiesten su opinión al respecto y que el niño llegue a entender porque se le restringe el uso de las nuevas tecnologías. En la mayoría de los casos, el adolescente o niño no entenderá el porqué, negará el hecho de padecer ningún problema y probablemente se enfadará por la aplicación de dichas medidas. Sin embargo, resulta relevante no saltarnos el paso de mantener una conversación seria con él ya que así el niño será consciente de que sus padres creen que tiene un problema aunque él por sí mismo no sea capaz de percibirlo.
- Que adquiera el hábito de abandonar los dispositivos por sí solo. Es cierto que la prohibición total del uso de los dispositivos o el hecho de poner contraseñas es muy efectivo. No obstante, un proceso muy importante en la retirada de la adicción es que el niño sepa parar de utilizar el móvil o Tablet por sí solo. Al principio, el uso de estrategias como el límite de tiempo o la implementación de contraseñas es muy práctico pero resulta imprescindible que el niño aprenda a autogestionarse él mismo el tiempo. Para ello, es importante que el adolescente o niño reciba la máxima ayuda de las personas que lo rodean, tanto de sus padres como de sus hermanos.
- Fomentar el tiempo de juego con otros juguetes o la realización de otras actividades. Una última estrategia a emplear con los niños o con los adolescentes que presentan adicción a las nuevas tecnologías es que los padres fomenten el tiempo de juego con distintos juguetes o que fomenten la realización de actividades distintas. Para ello es importante motivar a los adolescentes a que realicen otras actividades como por ejemplo quedar con sus amigos o apuntarse a algún deporte (de forma extraescolar). En el caso de los niños es importante motivarlos a utilizar otros juguetes, a jugar a juegos de mesa en familia o hacer actividades al aire libre (ir al parque). De este modo se consiguen dos cosas, por un lado que el niño deje de utilizar el móvil o Tablet porque está realizando otro tipo de actividad y está entretenido, y por otro lado se fomenta que cada vez haga un menor uso del móvil ya que conseguirá tener distintas aficiones que le interesarán más que un juego de la Tablet o que las redes sociales.