Desde siempre, los trastornos mentales han sido vistos por la sociedad como algo maligno y raro, tratando de loco a cualquiera que acude a un psicólogo. De este modo, aunque ha ido pasando el tiempo la psicología y la psiquiatría son disciplinas estigmatizadas por la población. Asimismo, cabe destacar que la desinformación y la ignorancia por parte de la población sobre los trastornos mentales contribuyen a esa constante connotación negativa hacia la psicología.