Habitualmente, tanto los padres como los profesionales del mundo de la psicología nos centramos mucho en realizar una evaluación a los pacientes o a ciertas situaciones que viven las familias para poder hacer un diagnóstico o obtener unos resultados. En resumen, lo que queremos es un análisis extenso de las dificultades que han surgido. Este punto de vista es el más frecuente y en la clínica el más utilizado. No obstante, resulta muy importante analizar algunas situaciones y reflexionar acerca de porque suceden. Eso es lo que ha pasado por ejemplo con el acoso sexual y psicológico, que a parte de atender a los y las pacientes que lo sufren también resulta muy útil analizar porqué se da y bajo qué condiciones para así poder prevenirlo.