A lo largo de la infancia el juego constituye una de las principales ocupaciones de los niños y niñas. Desde 1959, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoce que la acción de jugar es un derecho de la etapa infantil. Asimismo, numerosas investigaciones realizadas en los campos de la pediatría y la psicología también afirman y respaldan la importancia que tiene el juego para un correcto desarrollo infantil.
Un aspecto que no debe olvidarse nunca es que el juego debe ser libre y espontáneo. Ni los padres ni otras personas que estén en contacto con el niño deben forzarle a jugar a algún juego determinado ni deben imponerle como desarrollar el juego. El niño debe sentir que tiene total autonomía e independencia para desarrollar su creatividad con el juego que él desee.
En relación con los tipos de juego que existen en la actualidad se han hallado numerosas clasificaciones. No obstante, generalmente los juegos se clasifican en función de las siguientes variables: el espacio, el papel que desempeña el adulto, el número de participantes y la función en el desarrollo del niño. A continuación, se hablará con más detalle de los tipos de juego existentes en función de dichas variables.
Juegos en función del espacio donde se llevan a cabo
Existen dos tipos de juegos en función del espacio:
- Juegos de interior. Son aquellos juegos que pueden llevarse a cabo en zonas interiores (dentro de casa o dentro de las aulas del colegio por ejemplo). Algunos ejemplos de dichos juegos son los siguientes: juegos manipulativos, juegos simbólicos, juegos verbales, juegos de memoria y juegos de imitación.
- Juegos de exterior. Son aquellos que pueden desarrollarse en zonas exteriores (como jardines, patios exteriores, parques, etc.). Algunos ejemplos de dichos juegos son los siguientes: juegos con pelotas, juegos que impliquen correr o esconderse, etc.
Juegos dependiendo del papel que desempeña el adulto
Existen tres tipos de juegos en función de la intervención del adulto en ellos:
- Juego libre. Son juegos que los niños crean a través de la espontaneidad y la total libertad, dando rienda suelta a su creatividad. Estos juegos surgen de forma natural siempre y cuando el niño disponga del contexto adecuado, es decir, que sienta que puede jugar de forma libre.
- Juego dirigido. Son aquellos juegos en los que las personas adultas tienen el papel de enseñar cómo se juega y qué reglas tiene el juego. Asimismo, los adultos son los que dinamizan y dirigen el juego.
- Juego presenciado. En los juegos presenciados el niño habitualmente juega solo (con su cuerpo o con algún objeto) pero requiere la presencia de un adulto para sentir la confianza necesaria para llevar a cabo el juego. La figura adulta le proporciona, habitualmente, seguridad y decisión para desempeñar el juego de forma tranquila.
Juegos en función del número de participantes
Existen cuatro tipos de juegos en función del número de niños que van a jugar:
- Juego individual. Es el tipo de juego en el que el niño juega en soledad. El niño o niña juega sin interactuar con los demás a pesar de que esté con más niños alrededor.
- Juego en paralelo. El niño o niña juega de forma individual pero en compañía de otros niños.
- Juego de parejas. Son juegos que únicamente implican la presencia de dos jugadores.
- Juego en grupo. Son juegos que implican la presencia de dos o más jugadores. En algunas ocasiones pueden generarse varios grupos. De los juegos en grupo existen dos modalidades: los juegos competitivos (un grupo contra otro) y los juegos cooperativos (dos grupos que deben cooperar para lograr un objetivo).
Juegos dependiendo del área del desarrollo que se estimula
Se hallan cuatro tipos de juegos en función del área del desarrollo que potencia el juego:
- Juegos motores. Los juegos motores estimulan todos los aspectos físicos y motores de los niños. Este tipo de juegos ayudan a que el niño conozca sus capacidades y de esta forma que pueda ir dominando su propio cuerpo.
- Juegos simbólicos. El juego simbólico es el más típico de la etapa infantil porque a menudo surge de forma natural. El juego simbólico estimula la capacidad del niño de ponerse en el lugar del otro, potencia la imaginación y la creatividad del niño y además, ayuda a estar en contacto con la realidad (a menudo los niños representan escenas de la vida cotidiana de las que han sido testigos).
- Juegos de construcción. Los juegos de construcción se basan principalmente en el hecho de fabricar, montar y desmontar y crear piezas, objetos, etc. La principal capacidad que estimula este tipo de juegos es la coordinación motora (para llevar a cabo la acción de construir) y la orientación espacial.
- Juegos de reglas. Son todos aquellos juegos que disponen de unas normas para llevarlos a cabo. Dichos juegos ayudan a los niños a aprender a convivir y cumplir ciertas reglas y a no hacer trampas. Además, este tipo de juegos también les enseña la importancia que tiene el hecho de cumplir unas normas y que todo el mundo lo haga para el buen desarrollo del juego.