Todo el mundo es consciente de que hacer ejercicio físico conlleva numerosos beneficios para nuestra salud. Entre ellos, ayuda a regular la presión arterial, ayuda a mantener el peso corporal, aumenta el tono y la fuerza muscular, ayuda a normalizar la actividad intestinal y hasta disminuye la posibilidad de padecer algunos cánceres como por ejemplo el de colon. Todos sabemos recitar de memoria las grandes utilidades que tiene practicar deporte para nuestro cuerpo. No obstante, la gran mayoría de personas se resisten a practicarlo. Por este motivo, en este artículo queremos poner de relieve los beneficios psicológicos, y no solo físicos, que aporta el deporte para nuestra mente.
A partir de las investigaciones realizadas por Taylor, Sallis y Needle (1985) adaptadas por Weinberg & Gould, (1996) se demuestra que la práctica habitual de ejercicio físico favorece algunos aspectos psicológicos tanto de la población clínica (aquellas personas que padecen alteraciones psicológicas) como de la no clínica.
Aumento:
- Rendimiento académico
- Asertividad
- Confianza
- Estabilidad emocional
- Funcionamiento intelectual
- Locus de control interno
- Memoria
- Percepción
- Imagen corporal positiva
- Autocontrol
- Satisfacción sexual
- Bienestar
- Eficacia en el trabajo
Disminución:
- Ausentismo laboral
- Abuso del alcohol
- Ira
- Ansiedad
- Confusión
- Depresión
- Dolores de cabeza
- Hostilidad
- Fobias
- Conducta psicótica
- Tensión
- Errores en el trabajo
Siendo conscientes del gran numero de utilidades que tiene el deporte debemos intentar practicarlo con frecuencia, siempre adaptando los ejercicios a realizar con nuestras capacidades. Ello nos ayudará a tener una visión de nuestra vida mucho más optimista y a despejar nuestra mente de la rutina y de los problemas.