Desde hace algunos años se ha producido un notable incremento del diagnóstico del Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH). Este trastorno, que se basa principalmente en un bajo nivel de atención acompañado o no de la presencia de una actividad excesiva, es el trastorno más prevalente en la población infanto-juvenil.
Este importante aumento de diagnósticos ha provocado que algunos planteen la existencia de un sobrediagnóstico de esta patología. Dicho sobrediagnóstico puede poner en riesgo la salud de los niños ya que por un lado se les puede llegar a administrar medicación de forma innecesaria y por otro, al adjudicarles una etiqueta de “enfermo” los niños pueden sufrir efectos de estigmatización o discriminación.
Ante esta situación es importante reflexionar si todos los niños diagnosticados con TDAH realmente sufren este trastorno. Para solventar el problema del sobrediagnóstico resulta imprescindible saber qué es exactamente el TDAH para así, poder llevar a cabo una buena exploración y en consecuencia un correcto diagnóstico.
¿Qué es el TDAH?
El TDAH es un trastorno neurobiológico que afecta tanto a niños como a adultos. Se trata de un patrón persistente de inatención acompañado o no de una hiperactividad e impulsividad que impide la realización de las tareas diarias.
Algunos criterios que deben cumplirse para que pueda realizarse el diagnóstico del TDAH son los siguientes:
- La sintomatología se presenta en dos o más ambientes distintos (por ejemplo en casa y en la escuela).
- Algunos de estos síntomas deben estar presentes antes de los 12 años de edad.
- Deben existir pruebas claras de que la sintomatología provoca un deterioro clínicamente significativo de la actividad social o académica.
- Los síntomas no se explican por la presencia de otro trastorno mental como: trastorno generalizado del desarrollo, esquizofrenia u otro trastorno psicótico.
Tipos de TDAH
Existen tres tipos de presentaciones del TDAH:
- Con predominio del déficit de atención. Es más frecuente en niñas (30%) que en niños (15%). Dentro de este subtipo se encuentran niños que presentan una conducta predominantemente caracterizada por la inatención. Éstos son niños que con frecuencia pierden cosas, que se les olvida lo que se les dice o que muestran dificultad en seguir instrucciones. En muchas ocasiones, los niños con TDAH con predominio en el déficit de atención pasan desapercibidos en clase porque no molestan.
- Con predominio de la impulsividad y hiperactividad. Son niños que presentan síntomas de impulsividad e hiperactividad sin mostrar síntomas de inatención. Algunos de los síntomas más frecuentes son: se muestran incapaces de permanecer quietos, continuamente están moviéndose aunque estén sentados, les cuesta permanecer en actividades silenciosas, hablan mucho y con frecuencia interrumpen las conversaciones de los demás.
- Combinado: este subtipo de TDAH se caracteriza por ser una combinación de los dos anteriores. Es el más frecuente tanto en niñas (60%) como en niños (80%). Éstos, son niños que se caracterizan por presentar tanto síntomas de inatención como de hiperactividad e impulsividad.
Desarrollo y curso
Habitualmente, los padres de niños con TDAH observan su actividad motora excesiva durante la más temprana infancia. Sin embargo, es difícil distinguirla de los comportamientos normales. El TDAH suele identificarse durante la primaria que es el momento en el que la inatención provoca una disminución del rendimiento escolar.
En la mayoría de personas, los síntomas de hiperactividad motora disminuyen durante la adolescencia y la edad adulta aunque los síntomas de inatención e impulsividad suelen mantenerse estables a lo largo del ciclo vital. No obstante, es cierto que existe una gran proporción de niños con TDAH que presentan dificultades que persisten a la edad adulta.
¿Cómo mejoran los niños con TDAH?
A pesar de que no existe una cura contra el TDAH los niños pueden llegar a mejorar muchísimo gracias al tratamiento. Generalmente existen tres tipos de tratamiento:
- Farmacológico: los fármacos que se utilizan para tratar el TDAH son de los más estudiados y seguros de todos los que se utilizan con niños. Actualmente en España disponemos de dos grupos de medicamentos para el TDAH: los estimulantes y los no estimulantes. Habitualmente el medicamento que se prescribe es el metilfenidato (estimulante). Este fármaco puede ayudar a los niños a concentrarse, a aprender y a estar más tranquilos. No obstante, hay que tener en cuenta que los medicamentos generan efectos secundarios como por ejemplo problemas de sueño, dolores de estómago o pérdida del hambre. Por este motivo, en algunas ocasiones resulta necesario que el niño pruebe diferentes medicamentos para ver cuál de ellos le sienta mejor.
- Terapia: hay diferentes tipos de terapia algunas de las más comunes son: la terapia de conducta, el entrenamiento para padres, la terapia cognitiva o el tratamiento psicopedagógico. Todas ellas ayudan al niño a controlar su comportamiento para que pueda desempeñarse mejor tanto en casa como en la escuela.
- Combinación de terapia y fármacos: en muchas ocasiones este tratamiento combinado es el más efectivo en algunos niños, pero siempre depende de cada caso.