La rutina durante el periodo escolar hace que muchos de nosotros pasemos por casa como si de un hotel se tratara. Vivimos tan inmersos en nuestro trabajo que apenas tenemos tiempo para pasarlo en familia. En muchos casos nuestros hijos pasan más tiempo con los abuelos o con la canguro que con nosotros mismos. Si este es tu caso aquí te dejamos unas recomendaciones para recuperar el tiempo perdido durante estas vacaciones de Semana Santa.
En primer lugar, si tu hijo tiene deberes para la vuelta al colegio, puede ser un buen momento para sentarnos con ellos y ayudarles a hacerlos. De este modo reforzaremos el aprendizaje del niño, al mismo tiempo que creamos con él un vínculo que le marcará para siempre. Ayudamos al hijo o hija en los aspectos académicos a la vez que creamos un momento que siempre permanecerá en su memoria.
En segundo lugar, debido a que normalmente nos pasamos los días centrados en nuestra rutina, siempre acudiendo a los mimos lugares una buena opción para romper con ello podría ser escaparse a otro lugar. Puede aprovecharse la cantidad y la diversidad de pueblos bonitos, con su patrimonio histórico, arquitectura y riqueza cultural que tenemos cerca de donde vivimos. De este modo podríamos aprovechar para hacer una pequeña excursión o una escapada de un par de días a uno de estos lugares tan maravillosos y enriquecedores para nuestros hijos. Así lo que conseguiremos es que tanto ellos como nosotros dejemos a un lado los aspectos laborales y del día a día, el estrés, la ansiedad, el ir a contrarreloj, para substituirlo por naturaleza y tranquilidad.
Durante los días de trabajo muchas veces llegamos cansados y lo único que ven nuestros hijos es como les damos de cenar y después de acostarlos nos ponemos a ver el telediario o nuestros propias series. Nunca solemos tener tiempo para ponernos con ellos viendo sus dibujos o riendo con una película infantil. Esta Semana Santa puede ser un buen momento para elegir una película entre todos y pasar una tarde divertida y entretenida.
Asimismo, otra buena idea para hacer actividades con nuestros hijos puede ser la de cocinar algo con nuestros hijos. Estamos en Semana Santa y hay cantidad de dulces típicos de estas fechas (torrijas, buñuelos, pestiños…). Cocinar en familia siempre es divertido y enriquecedor. De esta manera lo que estamos haciendo es poner en práctica las capacidades cognitivas del niño para seguir una receta, como por ejemplo la atención, la capacidad de planificación y organización, etc., además de solidificar los vínculos familiares. En estos momentos también resulta muy importante adoptar el papel de conciliación o mediación ya que suelen surgir conflictos entre los hermanos. Si no te gustan los dulces anteriormente mencionados dulces, nunca es mala idea hacer un pastel o unos crepes.
Como conclusión solo nos queda decir que en el fondo no importa qué actividad elijamos, lo importante es que durante estas vacaciones nuestros hijos se sientan acompañados y que reforcemos los vínculos familiares, teniendo en cuenta que con el ajetreo del día a día es más complicado.