Nos guste o no, en ocasiones nos toca vivir situaciones traumáticas que son inesperadas y que generan una respuesta de emergencia en nuestro organismo. Algunos ejemplos son ver o vivir accidente de tráfico, que te roben, ser testigo de un atraco, ser testigo de un abuso, vivir n atentado, etc.
No podemos escoger el hecho de vivir dichas situaciones pero sí que debemos tener constancia y información acerca de las repercusiones y consecuencias que ser testigo de ello puede conllevar.
Después de vivir una situación traumática algunas personas pueden llegar a desarrollar patología. A continuación describimos los dos trastornos más directamente relacionados con los acontecimientos traumáticos.
Trastorno de estrés agudo.
Suele comenzar directamente después del acontecimiento y normalmente dura entre tres días y un mes. Algunos de los signos y síntomas que caracterizan el trastorno en los niños son los siguientes:
- Volver a experimentar o revivir lo ocurrido:
- Tener pesadillas sobre lo sucedido.
- Imágenes de la situación traumática en su pensamiento.
- Representar mediante el juego el acontecimiento.
- Evadir:
- Intentar evitar hablar del evento traumático.
- Evitar lugares, actividades o personas que pueden evocar pensamientos relacionados con el acontecimiento.
- Perder el interés en cosas que antes le gustaban.
- Presentar un retroceso en los hábitos adquiridos.
- Comportarse como si fuera un niño de menor edad.
- Excesiva preocupación por el hecho de poder morirse en cualquier momento.
- Cambios en el estado de ánimo:
- Estrés.
- Sensibilidad (se hiere emocionalmente con facilidad).
- Excesiva tristeza, temor, culpa o rabia.
- Nerviosismo e irritabilidad.
- Bajo rendimiento en la escuela.
- Insomnio.
- Cambios en el apetito.
Trastorno por estrés postraumático (TEPT).
En el caso de que los síntomas manifestados en el trastorno de estrés agudo duren más de un mes ya estaríamos hablando de TEPT. También puede ocurrir que la persona desarrolle directamente el TEPT a los dos meses o mas del suceso y no pase por el trastorno de estrés agudo en ningún momento.
¿Qué hacer al respecto?
En el caso de detectar o conocer a un niño que podría cumplir los síntomas para un trastorno de estrés se recomienda acudir a un profesional especializado. Es cierto que ante una situación de este tipo es normal que los niños se comporten de manera diferente. No obstante, debemos tener claros los signos y síntomas característicos del trastorno en los niños para poder detectar los signos de alarma y poder tratarlo.
Los riesgos de no tratar un TEPT son sobretodo el fracaso escolar, depresión y ansiedad entre otros. También es posible que el niño acabe haciéndose daño a sí mismo o a los demás.