Generalmente, todos los habitantes de los países desarrollados se han adaptado a la revolución tecnológica que se ha dado en los últimos años. Asimismo, con frecuencia las personas no solo se han adecuado favorablemente a la creación de nuevos artilugios y tecnologías, sino que también son grandes fans de los múltiples y diferentes gadgets que existen en la actualidad. Sin embargo, asiduamente no somos conscientes de los efectos que tienen dichos artilugios en los seres humanos, y más concretamente en los niños.
Un estudio llevado a cabo en la universidad de Montreal, Canadá, demostró que un exceso de consumo de televisión por parte de los más pequeños puede llegar a provocar problemas sociales en la adolescencia. Concretamente, la investigación destaca que los niños que se pasan largas horas en frente del televisor más tarde son los más propensos a manifestar conductas agresivas, a preferir la soledad y a presentar conductas antisociales.
Dicho estudio, publicado en la revista Psychological Medecine, se basó en una muestra de 1006 niños y 991 niñas. El procedimiento aplicado fue el siguiente. En primer lugar, se preguntó a los padres el número de horas que sus hijos pasaban en frente del televisor cuando éstos tenían dos años de edad. En segundo lugar, cuando los niños del estudio cumplieron los trece años fueron evaluados mediante diferentes escalas que determinaban si mostraban algún tipo de dificultades sociales.
Como anteriormente se ha mencionado, el estudio afirmó que los niños que durante más tiempo veían la televisión presentaban algunos problemas relacionados con la victimización, la agresividad, con el aislamiento y la soledad.
¿Qué podemos sacar de esta investigación canadiense? De este útil e importante estudio podemos concluir que resulta beneficioso que los niños vean la televisión siempre y cuando no sea en exceso. Habitualmente, los padres tienden a dejar al niño frente al televisor porque de este modo permanecerá callado y sin molestar durante un largo rato. Los niños en seguida se enganchan a los dibujos animados y olvidan sus berrinches y dejan de protestar o quejarse. Por este motivo, resulta muy importante no olvidar las duras consecuencias que puede tener el hecho de dejar a los niños largas horas en frente del televisor.