Se acaba el colegio y, por un lado, los profesores ríen y se alegran porque dejan a sus alumnos y, por otro lado, los padres se encuentran nerviosos y angustiados sobre cómo gestionar el verano con sus hijos. Por ese motivo, en el presente artículo buscamos aportarte algunas recomendaciones que te permitan mejorar la organización del verano con tus hijos.
¿Casal, colonias… sí o no?
Muchos padres se plantean la posibilidad de apuntar a los hijos a algún casal o colonias con un doble objetivo. El primero que ellos se diviertan, aprendan cosas y estén entretenidos y, un segundo objetivo, es que alguien esté con ellos mientras los padres trabajan.
No es mejor uno que el otro ni es malo que los niños o niñas no hagan ninguna de las dos opciones. Lo importante es observar a los hijos y valorar qué es lo que más les conviene. Por ejemplo, si el niño ha acabado el curso harto de estudiar, es algo que le cuesta y tiene ganas de descansar lo ideal, si debe quedarse con alguien sería apuntarlo a algo relacionado con los deportes y no a clases de inglés o francés.
Al final el objetivo es que los niños descansen a la vez que realizan algo productivo y que tengan momentos de vinculación y diversión con sus padres.
Rutinas
Las rutinas y los buenos hábitos son tan importantes durante el curso como en verano. Si que es cierto que hay algunas rutinas que pueden verse alteradas, como por ejemplo el hecho de comer más tarde, irse a dormir también más tarde… Sin embargo, resulta relevante que los pilares básicos de las rutinas establecidas por la familia no cambien ya que los niños pueden sentirse desubicados, adquirir malos hábitos y que luego les cueste infinitamente más volver a la “normalidad”.
Deberes de verano
Como en muchos aspectos, existen una gran diversidad de opiniones. Lo que recomendamos desde Apsis es repasar y ejercitar la mente con algunos ejercicios, sobre todo de las materias que más les ha costado a los niños durante este curso. No obstante, resulta de gran importancia destacar que esto debe hacerse con calma, sin meter presión y sin forzar al niño. Los niños y niñas deben de gozar de un tiempo de descanso y desconexión y el verano, a nivel académico, únicamente ha de servir para utilizar algunos momentos para repasar lo que más ha costado.
Pantallas
El gran dilema de todos los padres de hoy en día ya sea en verano o durante el curso. ¿Cuánto rato deben o pueden pasar los hijos en frente de las pantallas? En primer lugar, hay que recalcar que cuando hablamos de pantallas nos referimos a todo: móviles, tabletas, televisiones, consolas y ordenadores. El segundo aspecto que hay que valorar es la edad del niño. No es lo mismo un niño de tres años que tiene edad de jugar con juguetes y juegos y desarrollar la creatividad y la mente que un adolescente de 13 años al que lo único que le interesa es que hacen sus amigos y todos están conectados al mismo videojuego.
Aun así, se recomienda que el tiempo en frente de las pantallas sea el menor posible. Se piensa que distraerse con otras cosas, como juguetes, estar en el parque, ir a la playa, hablar con otros niños, ayuda a desarrollar ciertas capacidades y a adquirir nuevas habilidades que las pantallas no proporcionan.
Reforzar vínculos
Durante el curso existen periodos de mucho agobio y estrés que pueden provocar tener una menor cantidad de tiempo para dedicar a los hijos. Aunque el consejo de reforzar el vínculo tiene que darse durante todo el año si que es verdad que el verano es una época en la que puede haber mayor disponibilidad para jugar con ellos y hacer planes. Lo importante es que los niños y niñas cojan confianza con los padres y que puedan contar con ellos como apoyo ante cualquier problema que les surja.