No es ningún secreto que durante las vacaciones de Navidad tendemos a comer más que lo habitual y que a menudo se tratan de alimentos más calóricos. Las tradicionales y abundantes comidas de esta época pueden provocar aumentos de peso y irregularidades en nuestra dieta que, una vez finalizadas las fiestas, hay que reconducir.
Generalmente, la gente suele celebrar con sus familias estos días tan especiales. Por una parte se trata de algo bueno ya que permite ponerse de nuevo en contacto con familiares que viven lejos, ponerse al día con los que viven cerca… En resumen, la socialización que realizamos durante la navidad es algo positivo. Sin embargo, cada reencuentro supone una comida o ir a tomar algo y eso provoca que a menudo nuestra dieta se descontrole. En el caso de los adultos se ve más claro pero a partir de este artículo lo que queremos conseguir es resaltar la importancia que tiene también en el caso de los más pequeños.
Aspectos importantes de la alimentación durante la Navidad de los niños
En el caso de los niños, es cierto que debemos dejarles comer alimentos golosos durante las vacaciones de navidad, turrones, chocolate, polvorones, etc. Pero siempre hay que tener en cuenta la edad del niño y su peso y altura para controlar la cantidad.
Un poco de descontrol nunca viene mal, a los niños les va bien sentirse libres de vez en cuando. No obstante, es importante que los padres estén detrás controlando y marcando la línea límite. No olvidemos que los niños siguen siendo niños así que los cuidadores deben dejarles manga ancha en relación a la comida pero hasta cierto punto.
Importancia de volver a la normalidad
Los hábitos alimentarios resultan de gran relevancia ya que se ha demostrado que haberlos adquirido durante la infancia se relaciona con la presencia de enfermedades en la edad adulta. Algunas de las enfermedades más comunes que se pueden desarrollar por los malos hábitos alimenticios son la diabetes, la obesidad y enfermedades cardiovasculares. Por este motivo resulta imprescindible que después de fiestas regulemos de nuevo nuestra alimentación, nuestra rutina y la de los más pequeños.
Algunos alimentos nutritivos
Es cierto que a menudo caemos en la rutina con los menús, tal y como nos ocurre con todo lo demás. Nos encasillamos en un menú de 10 platos y los vamos repitiendo hasta que nos cansan y los aborrecemos. A continuación os sugerimos una serie de alimentos que son muy sanos y nutritivos para los niños y que además pueden aportaros ideas para cambiar vuestras dietas.
- Salmón. Los pescados siempre cuestan a los más pequeños pero puede que el salmón lo prueben y les llegue a gustar.
- El yogur. Éste es un alimento que suelen tomar mucho los niños y es muy sano ya que les aporta calcio y otros nutrientes. Sin embargo, para cambiar un poco su aspecto aquí sugerimos que se mezcle con fruta como por ejemplo fresas, plátano o arándanos. Así, convertiremos el desayuno o merienda de nuestros hijos en algo mucho más saludable.
- Aguacate. Puede ser que muchos niños rechacen este alimento por su textura y color. No obstante, debemos incitarles a tomarlo ya que es realmente sano para ellos. Posee numerosas vitaminas B, K y C.
- Arándanos. Al igual que el resto de fruta aporta numerosos nutrientes y vitaminas, tanto a los más pequeños como a los adultos.
- Huevos. Los huevos aportan proteína que es muy importante para los niños. Así, en lugar de darles siempre carne, haciendo una tortilla se pueden aportar las mismas proteínas y de una forma más saludable.
- Chocolate. Parece mentira que recomendemos el chocolate pero el cacao resulta muy beneficioso para nuestro organismo. El chocolate mejora el flujo sanguíneo del cerebro y aporta la glucosa que éste necesita para poder funcionar. Por ese motivo, si vuestros hijos están por la tarde estudiando para un examen, darles de merendar chocolate les ayudará a mantener su rendimiento.
Éstos son algunos de los alimentos sanos para los niños. No obstante, casi todo es sano si no lo tomamos en grandes medidas.
Otro aspecto de vital importancia es el nivel de desarrollo de cada niño. Es decir, resulta imprescindible centrarnos en su edad para orientarnos en que alimentos pueden aportarle los mayores beneficios.
¿Cómo comemos?
Los buenos hábitos alimenticios también guardan relación con la forma cómo comemos. Es importante transmitir a los niños que se debe comer sentado, evitando así comer de pie o de medio lado estirados. Además, hay que hacerlo a un ritmo que no sea rápido. Debemos evitar engullir la comida, el tiempo mínimo del desayuno debería oscilar entre los 20 y los 30 minutos como mínimo. Siendo superior en los días de fin de semana.