Lo que a simple vista parece un periodo de vacaciones ideal puede convertirse en una auténtica pesadilla. Pasamos todo el curso esperando las tan ansiadas vacaciones y cuando éstas llegan a menudo también lo hacen los conflictos. Debemos ser conscientes de ello para evitar que nos amargue los pocos días que nos conceden sin trabajar.
Aspectos a tener en cuenta ante una discusión o problema:
- uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta es que debemos ser conscientes de que habitualmente, en la rutina de nuestro día a día, no solemos pasar tantas horas con nuestra pareja y con nuestros hijos. Este hecho que parece muy simple, es importante tomarlo en consideración ya que probablemente ante conflictos dejando un poco de espacio a los demás, y a ti mismo se consiga relajar el ambiente y tranquilizar a todos los miembros de la familia.
- Una gran fuente de estrés suele ser el calor. A menudo cuando pasamos calor nos volvemos más irascibles e irritables. Por este motivo, ante una discusión o problema debemos intentar mantener la calma, ir a un sitio refrigerado o que pase una leve brisa y ponernos a pensar entonces. Si comenzamos la discusión en el punto de calor seguramente nos exaltaremos más y las consecuencias serán más perjudiciales.
- Si la discusión es con la pareja, un aspecto importante es hacerlo cuando los hijos no estén presentes. Las discusiones no gustan a nadie y si ellos están presentes el mal humor y la irritabilidad se contagian. Además, el hecho de ver a unos padres discutir puede causar inseguridad, temor y preocupación.
- Evitar el uso de palabras malsonantes o gritos. Si no se consigue discutir a solas con la pareja o si se hace con un hijo debemos intentar evitar los gritos (que solo causan más irritabilidad) y palabras malsonantes ya que no olvidemos que los padres son un ejemplo constante para sus hijos. Si no puede que a la larga los hijos acaben comunicándose y expresando sus puntos de vista de éste modo.
Algunas cosas que podemos aplicar en verano, tanto en nosotros mismos como en nuestros hijos:
- Aumentar la autoestima. Quitarse los complejos en verano suele ser difícil, sobre todo para los adultos. No obstante, si se hace la imagen que le das a los niños o adolescentes es de seguridad. En cierto modo les transmites la suficiente tranquilidad como para que ellos puedan tomar el ejemplo y hacer lo mismo.
- Mantener una correcta alimentación. Durante el curso es más fácil ya que seguimos una rutina y está todo más organizado, pero en verano… Por eso os recomendamos que mínimamente sigáis una correcta y variada alimentación, tanto vosotros como vuestros hijos.
- Socialización. Haz amigos nuevos o queda con amigos que ya tenías. Este hecho potenciará la capacidad de socialización de tus hijos y tomarán nota de tus interacciones sociales para, más tarde, repetirlas ellos igual. Llevar a tus hijos a zonas comunes como parques, playas, piscinas municipales, les ayudara a sociabilizarse con sus iguales.
- Es un tópico bastante típico pero el verano tiene que servir como época de desconexión y de relax. Es importante dejar las prisas y los compromisos a un lado para disfrutar con tranquilidad de la compañía de los hijos y de actividades de ocio que puedan gustar a los miembros de la familia.
- Mantener cierta organización. A pesar de que se ha hablado del relax y de dejar las prisas a un lado es importante no desorganizar excesivamente la rutina de los hijos. Por poner un ejemplo, seguramente los niños y adolescentes durante el verano se irán a dormir más tarde que durante el curso. Sin embargo, es importante que los padres pongan límites para no invertir los ciclos del sueño (dormir durante el día y estar despierto durante la noche). Lo mismo ocurre con los juegos de consola, que a pesar de que se les tiene que dar más amplitud de horario no pueden pasarse las veinticuatro horas jugando.
- Estrechar vínculos. Aumentar los vínculos afectivos entre los miembros de la familia siempre es positivo, y el verano es una buena época para hacerlo. Por ese motivo, recomendamos a todos los padres que intenten pasar y dedicar cada día tiempo a sus hijos, y recordemos que más vale la calidad que la cantidad!