La gente adulta asegura con frecuencia que los niños y niñas de hoy en día deberían aburrirse con el fin de desarrollar su creatividad y mejorar y acelerar su desarrollo. Asimismo, la gente mayor suele comparar la actualidad con sus tiempos y explican que en su época se aburrían más porque no tenían tanta estimulación como la que hay hoy en día y ellos han logrado tener vidas interesantes. No obstante, ¿es eso verdad?, ¿deberían los niños aburrirse más o no es necesario?
Si que es cierto que los niños y niñas de la actualidad realizan un sinfín de actividades extraescolares. Que si futbol, tenis, básquet, danza, hípica, inglés… Realmente no tienen tiempo de aburrirse y para los padres generalmente parece un alivio ya que por unos momentos pueden descansar de la compañía de sus hijos y por el otro se quedan tranquilo pensando que están contribuyendo a la educación de sus hijos. La realidad es que realizar actividades extraescolares potencia el desarrollo de los niños y les ayuda a aprender y a adquirir nuevas habilidades. No obstante, un exceso de ellas también puede contribuir al fracaso del niño o niña tanto académica como personalmente. Si es así, ¿dónde está el equilibrio?
No hay un número de actividades extraescolares recomendables ya que eso dependerá de cada niño. No obstante, sí que recomendamos que los niños gocen de tiempo libre en el que puedan descansar, relajarse y, porqué no, aburrirse. Es necesario que los niños puedan disponer de espacios sin actividades, sin cole, sin deberes, sin actividades extraescolares, etc. Que estén ellos solos, con sus juguetes y sin preocupaciones. En estos momentos aparte de poder desarrollar la creatividad y sacar ideas ocultas de su interior, también aprenderán a conectar con ellos mismos y a conocerse. Ya que, de lo contrario, en una vida llena de horarios, citas importantes y rutinas los niños no pueden permitirse pensar sobre ellos mismos.
Cambiar de mentalidad es una dura tarea ya que vivimos en una sociedad en la que el no hacer nada está socialmente mal visto. Por eso debemos dejar dichos pensamientos a un lado y dedicar momentos a nosotros mismos y en el caso de los niños, a no hacer nada. Al principio da la sensación de que se está perdiendo el tiempo pero si le dais la vuelta a la tortilla veréis que el tiempo lo estáis ganando, en tranquilidad, calma, conexión con uno mismo y creatividad y solución de problemas. Diciendo todo esto no os estamos recomendando que borréis a vuestros hijos o hijas de las extraescolares ya que éstas aumentan la reserva cognitiva de los niños y fortalecen su cerebro y sus conexiones neuronales. Simplemente os invitamos a reflexionar sobre los tiempos muertos de los que gozamos en el día a día y en el beneficio que podrían aportarnos.