Afortunadamente, el concepto de violencia de género ya no es desconocido para la mayor parte de las personas. Las campañas contra esta forma de violencia y, desgraciadamente, las noticias que vemos en el telediario cada vez con frecuencia han ayudado a que la mayor parte de la población sea consciente de este gran problema.
El concepto y la realidad de la violencia de género es muy extenso y amplio. Un aspecto que deja cautivada a mucha gente es que a menudo, a pesar de la violencia ejercida por el hombre hacia la mujer en la pareja ésta no abandona ni deja al hombre. ¿Por qué se produce ese fenómeno?. Hay mucha gente que no puede entenderlo y que le extraña que después de la violencia ejercida por el hombre de la pareja la mujer no sea capaz de dejarlo. La respuesta es que la violencia de género es algo muy complejo y existen muchas variables a tener en cuenta. Por ese motivo, en el presente artículo queremos centrarnos y hablar únicamente de porque, habitualmente, se produce el mantenimiento de la relación con el agresor por parte de la mujer en la pareja.
Para poder hablar de ello resulta necesario hacer referencia a Leonor Walker, escritora del primer libro sobre violencia de género en el año 1979. El libro, titulado “The Battered Woman” es una obra en la que se refleja la información que obtuvo Walker a partir de las entrevistas que realizó a 120 mujeres víctimas de malos tratos. Lo mas interesante e importante del libro es lo que Walker describe como “el ciclo del maltrato”. Dicho ciclo puede variar en intensidad y duración pero siempre está compuesto de tres fases:
- Acumulación de la tensión. A partir de los gritos, insultos, humillaciones, peleas y comentarios machistas se comienza a generar tensión en la mujer y en la familia. En ocasiones, dicha acumulación de tensión no es percibida por las personas que rodean a la familia, únicamente los pueden encontrar irritables sin imaginarse la realidad que están viviendo. En esta fase la mujer tolera las agresiones pensando que son ocasiones puntuales y no acaba de detectar bien cuál es el origen de su malestar.
- Fase de agresión o maltrato. En esta fase es cuando se lleva a cabo la explosión que se traduce en agresiones físicas y/o verbales. El agresor se acostumbra a liberar la tensión de esta manera. Durante esta fase es cuando la mujer detecta lo que está ocurriendo (a veces cuesta mucho comprenderlo y llegar a ser consciente de ello) y se plantea abandonar al hombre. Habitualmente hay ciertas cosas que la frenan como por ejemplo la presencia de hijos compartidos.
- Fase de conciliación o “luna de miel”. El agresor adopta una posición de víctima diciendo que cambiará o negando lo ocurrido y suele acusar a la mujer de lo ocurrido. Además, promete que todo irá mejor a partir de entonces y suelen obsequiar a la mujer con todo tipo de regalos. Poco a poco el hombre intenta convencer a la mujer de que son ellos dos contra el mundo. La mujer que se siente esperanzada y quiere creerse todo lo que le dice su pareja tiende a aceptarlo y perdonarlo. Unas semanas más tarde sin embargo, la fase de la luna de miel acaba sin el hombre haber hecho ningún cambio y empieza de nuevo la fase de acumulación de la tensión.
De este modo se genera un circulo de situaciones del que es difícil salir ya que todos los miembros de la familia acaban acostumbrándose a ello.