La paciencia es una cualidad que no todo el mundo dispone. No obstante, la parte positiva del asunto es que todo el mundo puede entrenarla, practicarla y así, llegar a desarrollarla. Con la llegada de las nuevas tecnologías y lo que ello implica (videojuegos, móvil, Tablet, redes sociales, etc.) la generación Z (los nacidos a partir de 1996) ha convivido durante su infancia, preadolescencia y adolescencia con los nuevos gadgets y con la nueva forma de interactuar entre personas lo que no ha permitido desarrollar la paciencia.