Ante la llegada de un nuevo miembro a la familia muchos papás y mamás se preguntan si esto les va a crear un problema. La familia ya se encuentra estructurada, cada uno tiene su rol y la llegada de un nuevo ser va a romper con todo ese equilibrio familiar. ¿Pero va a suponer eso siempre un problema? La verdad es que no tiene porque. Existen numerosas variables que interfieren en el proceso de adaptación a un nuevo hermano. Algunas de las más importantes son el carácter del niño y cómo llevan el proceso los padres.