La violencia de género es uno de los mayores problemas que aqueja a la sociedad española y mundial. En los últimos años ha pasado de ser un fenómeno invisible, ya que habitualmente se practica en el ámbito privado, a ser un problema que cada vez con más frecuencia ve la luz.
La mayoría de gente tiene claro que las mujeres son las víctimas de la violencia ejercida por sus parejas sobre ellas. No obstante, lo que mucha gente no piensa y, a veces, ni siquiera se plantea, es el hecho de que los hijos juegan un papel primordial en este tipo de situaciones.
Los hijos de madres que son víctimas de violencia de género viven un tipo de experiencias traumáticas durante un periodo de desarrollo que es tan importante que a menudo, dicha experiencia, les deja secuelas de por vida. Resulta imprescindible ser consciente de que aunque el niño no sea víctima directa de la violencia del agresor, el simple hecho de ser testigo presencial o percatar las consecuencias de la violencia en las madres ya supone una fuente de estrés y de desequilibrio emocional.
Las principales consecuencias psicológicas que se pueden observar en niños que son o han estado expuestos a situaciones de violencia de género son las siguientes:
- Trastorno de la conducta alimentaria
- Trastornos del sueño
- Ansiedad
- Depresión
- Agresividad
- Trastorno de conducta
- Ira
- Aislamiento social
- Bajo nivel de autoestima
- Trastornos de aprendizaje y bajo rendimiento escolar
- Mayor riesgo de consumo de substancias
- Escasez de habilidades sociales
- Riesgo de suicidio
Todas estas consecuencias que no solo afectan al día a día de los niños en este tipo de situaciones sino que también condicionan su futuro, pueden ayudarnos a reflexionar acerca de la importancia que tiene prevenir a los niños y adolescentes de los episodios de violencia.
Así, desde Apsis afirmamos que si sois víctimas de violencia de género las que leéis las líneas de este artículo del blog, resulta imprescindible que denunciéis la situación a las autoridades. Si no es por vosotras, pensad en hacerlo por vuestros hijos. Por otro lado, si las que leéis estas líneas no sois víctimas pero tenéis sospechas de alguien que puede estar sufriendo este tipo de violencia debéis ayudarla y denunciarlo también a las autoridades.